Mi donante de óvulos fue a Harvard. ¿Y la tuya?

Michael Cook
29 / 10 / 2020
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Un artículo del periódico universitario Harvard Crimson ofrece un fascinante panorama de la industria de donación de esperma y óvulos que sucede en los márgenes del campus de la Ivy League.

Padres que quieren niños inteligentes. Comienza con una entrevista a una mujer de Vancouver de 41 años, Shannon Copeland, que no puede tener un hijo en su segundo matrimonio. Está cursando un doctorado en enfermería y quiere que su descendencia tenga dotes académicos. Ha fotografiado a su hijo de un año acostado sobre montones de trabajos académicos. ¿Por qué son tan importantes los genes del genio?

"La gente me ha dicho: ’Bueno, ¿a quién le importa? [si es inteligente] Como si lo que importara fuera que sea amable ...’”, recuerda. "Pero sí me importa", dice.

Hombres jóvenes que quieren dinero. Una sucursal de California Cryobank, uno de los bancos de esperma más grandes del mundo, se encuentra a medio camino entre Harvard y el MIT. “[Tenemos] más de 40 años de experiencia en que la gente manifieste la importancia de que los donantes estén educados”, dice un portavoz. Brandon, estudiante de tercer año de Harvard, dona regularmente y no se preocupa por la responsabilidad de ser padre. “La crianza de los hijos es lo enriquecedor, más allá de la relación genética”, dice.

Mujeres jóvenes que quieren dinero. Un anuncio en el sitio web de The Crimson señala: "se necesitan donantes de óvulos" y sugiere que los donantes ganarían 60.000 dólares. Sin embargo, "Emily", una estudiante de una universidad de la Ivy League, ganó solo $ 17,000. Los donantes de la Ivy League tienden a recibir un extra de $ 2,000 por sus óvulos, se les dijo a los reporteros de The Crimson.

Agencias que quieren clientes. Algunos padres son tan exigentes con sus requisitos que el precio se dispara. Una agencia le dijo a The Crimson que tenía un cliente que estaba dispuesto a pagar $ 250,000, incluida una donación de $ 50,000 a la organización benéfica elegida por el donante o para la preservación de sus propios óvulos. Pero querían una mujer con "Ivy League o educación de primer nivel, buen estado de salud, sin cáncer, sin Alzheimer, sin enfermedades mentales, sin antecedentes de abuso de sustancias... Y también buscaban a alguien de más de 5’6, rubia o pelirroja y de ojos azules".

“Si bien los servicios de donación compiten para reclutar miembros de la Ivy League, a veces, lo que ofrecen supera el procedimiento de la Ivy League”, informa The Crimson.

Donantes que quieren buenos padres. Una mujer, "Michelle", insistió en conocer a los futuros padres. "Necesito asegurarme de que las personas que están recibiendo mi genética sean buenas personas con cuyos valores esté de acuerdo, que... puedan nutrir cosas que yo pudiera transmitirles a sus hijos".

Traducción: Lucía Amatriain

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